viernes, 27 de febrero de 2015

PROBIÓTICOS Y PREBIÓTICOS


Según la Organización Mundial de Gastroenterología, los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se ingieren en las cantidades adecuadas, pueden aportar beneficios para la salud de quien los consume. Se trata de bacterias o levaduras que están presentes en alimentos, medicamentos o suplementos dietéticos.

Los probióticos que se utilizan con más frecuencia son los pertenecientes a las especies Lactobacillus y Bifidobacterium, siendo los primeros los que más se han empleado durante años para la conservación de alimentos mediante la fermentación, como es el caso de la leche al fermentarse para producir yogur. Sin embargo, desde el punto de vista científico y estricto, el término probiótico debe reservarse para aquellos microorganismos vivos que han demostrado su beneficio para la salud en estudios realizados con personas.

Los probióticos se han estudiado clínicamente en diferentes patologías como por ejemplo para prevenir la diarrea derivada del uso de antibióticos por bacterias como la clostridium difficile que son muy virulentas y más frecuentes en pacientes hospitalizados y mayores. Además, otro de los campos de investigación importantes es el de la enfermedad inflamatoria intestinal, con mejores resultados en la colitis ulcerosa que en la enfermedad de Crohn. Otras áreas incluyen conseguir disminuir la tasa de infecciones en pacientes en las unidades de cuidados intensivos o combatir la osteoporosis. Los probióticos también se prueban en pacientes a los que se alimenta de forma artificial mediante sonda.

Los prebióticos son compuestos que el organismo no puede digerir, pero que tienen un efecto fisiológico en el intestino al estimular, de manera selectiva, el crecimiento y la actividad de las bacterias beneficiosas (bifidobacterias y lactobacilos). Se trata de un tipo de hidratos de carbono (una “fibra especial”) presentes en algunos alimentos que, pese a que nuestro sistema digestivo no es capaz de digerir, son fermentados en el tracto gastrointestinal y utilizados como “alimento” por determinadas bacterias intestinales beneficiosas. Los prebióticos más estudiados son dos: la inulina y los fructooligosacáridos (conocidos también como FOS), y pueden aparecer de forma natural en algunos alimentos o ser añadidos por el fabricante para dotar al alimento de beneficios concretos.

Aunque, en general los probióticos son seguros, pueden no ser recomendables para todo el mundo. En este sentido, los prebióticos son más seguros dado que es un tipo especial de fibra y además no se necesitan tantas condiciones para su conservación, como en el caso de los probióticos, y son más fáciles de obtener.



MÁS INFORMACIÓN

http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2012/07/05/la-batalla-de-los-probioticos-101340/

http://www.webconsultas.com/dieta-y-nutricion/dieta-equilibrada/alimentos-funcionales/prebioticos-y-probioticos/diferencia-3171

http://www.aarp.org/espanol/salud/expertos0/elmer-huerta/info-01-2014/beneficios-alimentos-probioticos-yogur.html